
"Estoy tan acostumbrado a los golpes, que las caricias me molestan..."
Con esta frase breve y profunda, José Hernández daba identidad a su mayor creación: el Martín Fierro. Más de cien años después, ver que damos vuelta un partido me provoca la misma incredulidad que sufría Martín Fierro ante la caricia ajena. Ganar cuatro partidos seguidos goleando es algo impensado, al menos hace unos meses atrás, cuando nuestra suerte parecía estar sujeta a infortunios como malos arbitrajes (horribles arbitrajes), golpes de suerte del rival, mala suerte nuestra o situaciones ficcionales tales como la aparición de E.T para ganarte un partido en el último minuto y luego seguir viaje con el dedo iluminado en su bicicleta multiuso. Situaciones así e igualmente ridículas. Es por eso que, parafraseando el goleador de los ligamentos rebeldes, podemos afirmar que estamos eliminando algunos fantasmas. El fantasma de jamás dar vuelta un resultado; el fantasma de ir ganando por uno o dos goles y sufrir una remontada del rival, el fantasma de que nos metan goles tontos y eso nos desmoralice; hemos avanzado tanto que el único Fantasma que nos queda por derrivar es el beto...
Estamos segundos en un torneo en el cual perdimos dos partidos y ganamos cinco, cuatro de ellos consecutivos y por goleada; el otro lo ganamos por el ausentismo de unos hijos de re mil puta que nos cagaron el sábado. 
De los últimos posts hasta hoy ha pasado mucho: El cuervo empezó a comer, su diminuto estómago tolera otro tipo de alimentos y su dieta ya no es más a base de Quaker y polenta presto pronta, de a poco le mechamos alguna pechuguita de pollo y un riñoncito rehogado en cebolla.
El pato habla. Emocionante. Lo vivimos como uno de esos eventos "bisagra" en la vida del ser humano. De vez en cuando se lo escucha reir, pedir una pelota o cantar alguna canción, un fragmento de Franco de Vita, por ejemplo. Gusta verlo recorrer la cancha con su versión de garrincha siglo XXI. Me animo a decir que está más lindo y tiene cierto parecido con Gabriel Corrado...
Por su parte, el arquero Nico (Butterbean, le dijo el otro día un transeúnte cruel) ha bajado algunos kilos y está en tratativas de ponerse 10 centímetros de algodón Peruano en los brazos para poder amortiguar los pelotazos.
La baja de peso ha sido una constante en el equipo: el barny, el H, el propio nico y el manga han sigo algunos de los que perdieron peso; peso que encontró el cabezón por el camino y se lo echó en el lomo.
ACLARACIÓN: El blog no se responsabiliza si la imagen de los cazafantasmas se confunde con el barny dentro de las sábanas.
 
 
 

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